Como veréis en la foto de grupo, faltaba el Markés, que estaba castigado, él ya sabe por qué. Esperemos que tras ésta haya aprendido y espabilado.
Tras la cerveza previa de rigor, esta semana fuimos al Bar Marañón, guiados por Javitxín. Así de primeras parece que es un local que no va a entrar en precio de la cena de los miércoles... y así es. Se fue un poco de lo que estamos acostumbrados, pero la verdad es que no estuvo mal, y cenar en un sitio tan preparado, en pleno centro y donde (ojo, que es la primera vez en la cena de los miércoles) te cambien de plato tras una ración... hay que pagarlo.
Pasamos a comentar la cena. Desde ahora pido ya perdón por las fotos, pero entre el hambre que teníamos y mi cabeza, casi no me dio ni tiempo a sacar.
Empezamos con una ración de morcilla con alegrías. Simple pero muy buena, un acierto siempre. Aquí estaba en su punto justo, crujiente por fuera y jugosa por dentro, muy bien.
En definitiva, otra buena cena, con alguna ración de las que no acostumbramos a pedir, posiblemente de mayor calidad o elaboración que las que pedimos generalmente. Un buen sitio, con clase, buena atención y de precio un poco más elevado que el acostumbramos, pero sin ser caro para lo que cenamos.
(Tobi)